1º de mayo: En Salesianos Elche somos “Iglesia por el trabajo decente”

Por: Javier Sebastián, coord. Pastoral Escolar en Salesianos S.Rafael y militante de la HOAC

“A la Familia Salesiana nos viene ‘de serie’ la preocupación por el trabajo decente: así debe ser, está en nuestros genes, forma parte de nuestra identidad como una causa irrenunciable que viene directamente del corazón de nuestro Padre Don Bosco”. Hace justo un año que compartíamos en nuestra web este convencimiento: desde septiembre de 2016 que manifestamos nuestra adhesión como Obra a la iniciativaIglesia por el Trabajo Decente (ITD), vamos profundizando en la urgencia de “situar en primera línea de las agendas de los diferentes colectivos y organizaciones la necesidad de un trabajo decente para todas las personas. Debe estar presente en nuestra identidad de Familia Salesiana. Sabemos que esta causa y compromiso son muy nuestros. Profundizar en esta sensibilidad, en sintonía con esta iniciativa eclesial, es muy ‘de Don Bosco’: no podemos más que recordar (acudiendo a las fuentes de la tradición salesiana) su esfuerzo por devolver la dignidad a los jóvenes más vulnerables, capacitándolos laboralmente para su inserción social, cuando –en aquel contexto sociocultural de mediados del siglo XIX- eran pura carne de explotación laboral, ¡Don Bosco era un pionero, una verdadera revolución!”

“El trabajo… un trabajo decente…” ¡con la que está cayendo, en medio de tanta precariedad y ante tanta incertidumbre! Seguramente, ahora más que nunca, hemos de acoger en el corazón la llamada que Jesús, el Obrero de Nazaret, nos está gritando. Precisamente en estos días cuando…

*         se celebra el Día Mundial por la Seguridad y la Salud en el Trabajo (ya hace 17 años que la O.I.T. proclamó esta fecha, el 28 de abril): pensamos en los trabajadores que “en primera línea” se la juegan en esta crisis de la pandemia, hablamos -que de largo viene- de las tres personas que cada día laboral perdieron la vida en nuestro país en 2019… Y más allá…

*         la celebración del 1º de mayo –“extraordinariamente marcado por la crisis de la pandemia”- cobra este año una especial relevancia: el Manifiesto de la ITD es impactante, un grito que nos insta a “reafirmar que el trabajo es para la vida, que deben garantizarse unas condiciones laborales que protejan la integridad física y psíquica de la persona, y favorezcan su protección social, esenciales para una vida digna”. Las entidades de inspiración cristiana que impulsan esta iniciativa -a la que Salesianos Elche se adhirió- “reclaman con urgencia la aprobación de uningreso mínimo garantizado, el reconocimiento del derecho a la prestación por desempleo para las personas empleadas de hogar, la regularización extraordinaria e inmediata de los trabajadores ‘sin papeles’ y un pacto de Estado que apueste por la centralidad de la persona y el trabajo decente”. Las reflexiones y datos concretos que ofrece la ITD interpelan y estremecen (en torno a 4 millones de trabajadoras y trabajadores afectos por ERTE, con un paro registrado a finales de marzo que afecta a más de tres millones y medio de personas, y tantos puestos de trabajo destruidos, que se han cebado especialmente en la población más joven -“el empleo que en primer lugar se ha destruido es el más débil, el que carece de redes de protección social”: urge “que se articulen e impulsen todas las medidas necesarias evitando que esto vuelva a pasar y que posibiliten el construir una red de protección social para quienes han perdido empleo, salario y derechos, para que nadie se quede atrás”-); pero también se nos invita como comunidad cristiana “a unirnos, desde la distancia física obligatoria, desde nuestras casas, en la celebración y la oración”, y “a participar con creatividad en aquellas acciones que puedan hacer visible la necesidad de un trabajo decente acorde con la dignidad humana”…

¡Con la que está cayendo! Porque el contexto inédito que vamos viviendo, cambiante por horas, dibuja unas perspectivas de futuro inciertas (se multiplica exponencialmente la precariedad, tantas personas y familias que ven hipotecadas sus esperanzas, urgen planes de sostén y rescate para prácticamente todos los sectores productivos, a nivel estatal, autonómico, local…). Y quienes ya vienen de largo subsistiendo en medio de intemperies y con especial vulnerabilidad, son ahora revictimizados y –no hay nada que indique lo contrario- padecerán doblemente las consecuencias de esta macrocrisis. Así lo expresaba el Papa Francisco en días pasados en esa carta enviada a las trabajadoras y trabajadores más humildes y desprotegidos (dirigida, una vez más, a los movimientos populares en este contexto global conmocionado): ha vuelto a denunciar que las y los trabajadores pobres “han sido excluidos de los beneficios de la globalización pero no de sus perjuicios”; quienes viven en situación de pobreza, trabajadores y trabajadoras de la economía sumergida, personas desempleadas, inmigrantes, jóvenes, mujeres, mayores de 45 años… son los colectivos más vulnerables que sufren y sufrirán doblemente los efectos de esta crisis; y ya proponía como respuesta una renta mínima, un “salario universal”, que reconozca la radical dignidad del trabajador y la trabajadora.

Inevitable pensar –afirmaba al respecto Gonzalo Ruiz, presidente de la HOAC, uno de los colectivos impulsores de la ITD- “en las familias trabajadoras de los barrios más olvidados de nuestras ciudades”, personas que pueden quedarse al margen de las medidas oficiales de protección (parados de larga duración, economía sumergida, empleadas del hogar y de cuidados sin contratos e inmigrantes…). ¡Es para pensar y sentir junto a tantas familias ilicitanas que viven (y les espera) el peor rostro de esta tragedia! “Esta crisis es la ocasión para que todas y todos salgamos sin dejar atrás a nadie, implicando a toda la sociedad en este reto, junto al Estado, fuerzas políticas, agentes sociales y económicos”. Francisco nos urge en el camino a seguir –continúa Ruiz-, “que no es otro que el de la solidaridad y el acompañamiento”, situándonos “en el horizonte, ahora más que nunca, de las personas, las comunidades, los pueblos, que deben estar en el centro, unidos para curar, cuidar, compartir… construyendo y acompañando las comunidades de nuestros barrios y pueblos”.

Desde el carisma salesiano, en nuestra misión educativa, junto a las y los jóvenes, caminado junto a tantas familias, con nuestra presencia activa y comprometida en nuestra ciudad… solidaridad y acompañamiento. ¡Es cuestión de elección!

#1MAYO2020

#AplausoPorElTrabajoDecente

#SomosUNO

• Propuesta: ¿ Quieres sumarte al #AplausoPorElTrabajoDecente ?

Desde ITD se propone que no dejemos de visibilizar públicamente, en este Primero de Mayo, la necesidad de un trabajo decente y las propuestas que desde el Manifiesto y la campaña se urgen… Se invita a que desde nuestros balcones y ventanas, mostremos ropa o herramientas u otros objetos que nos identifiquen con nuestro/el trabajo, junto con un cartel sobre la defensa del trabajo decente…. y ¡hagamos ruido! con la cacerolada convocada el viernes 1 de Mayo a las 12h.: hagamos correr la voz para sumar a la convocatoria y preparemos esa participación… (por ejemplo, fotografía o haz tu propio vídeo de ese momento único y envíalo al WhatsApp 629 86 22 83).