La aventura ha durado dos días, en los que no hemos parado de hacer actividades con ayuda de los monitores y de nuestras seños.
Algunas de éstas son: Experimentar con animales y darles de comer, taller de manipulación de alimentos, paseo en zódiac, arcilla, un taller en la huerta, gymkana…. Pero cuando llegó la noche y pensábamos que todo había terminado, una música nos invitaba a entrar en la discoteca y bailar sin parar.
Con pocas fuerzas, pero con muchas ganas de encender nuestras linternas, nos reunimos en el “fuego de campamento” para darnos las buenas noches. Cada grupo preparó una actuación y la escenificó.
Al día siguiente, nos levantamos todos juntos con ganas de seguir esta aventura.
El viernes por la mañana, nuestros compañeros de cuatro años, vinieron a vernos y compartimos un día lleno de aventuras y emociones.
No olvidaremos esta experiencia y esta convivencia, en la que la diversión y la amistad ha estado siempre presente.
Las seños se lo han pasado también fenomenal y nunca os olvidarán.