La granja escuela ha sido una oportunidad única para que nuestros niños y niñas de tres años, descubran el lado más noble de la naturaleza. Han entrado en contacto con la vida del campo y los entresijos del mundo rural, y ha sido para ellos y ellas una experiencia que nunca olvidarán.

¿Sabéis todo lo que han aprendido en esta excursión?
A todos los niños y niñas les encantan los animales y ver todo un nuevo espacio con el que puedan interactuar. La realización de actividades y talleres les hará descubrir la importancia del trabajo en equipo, les ayudará a hacerse entender y a aprender importantes lecciones sobre las relaciones sociales.

Han disfrutado de las actividades lúdicas en las camas elásticas, tiro con arco…también han vivido la experiencia de hacer su propio pan para luego llevarlo a casa y cómo no, el contacto con los animales, ha sido el mayor atractivo.

La granja escuela se ha convertido, así, en un aula de aprendizaje, pero no una convencional. Una actividad extraescolar de este carácter permite lo que se llama el aprendizaje por descubrimiento a través del contacto directo con los animales y las plantas.

Hemos disfrutado de un entorno rural, alejado de las aulas, de la ciudad, del bullicio, etc., y esto ha generado un clima desenfadado, informal propicio para el desarrollo personal de las habilidades sociales de nuestro alumnado. Esta experiencia no sólo les ha permitido convivir con animales, plantas, etc.; ha sido el momento perfecto para convivir con sus compañeros/as y amigos/as de clase desde la cooperación, ayuda, respeto y tolerancia mutua.

Seguro que repetiremos en otra ocasión.