A lo largo de este trimestre, el alumnado de infantil ha descubierto secretos asombrosos y ha participado en actividades que han estimulado su creatividad y desarrollo integral.

Los niños han aprendido que la luz es como una varita mágica que nos permite ver el mundo. Han explorado cómo se propaga, se refleja y se refracta, creando destellos y sombras. Mediante experimentos y juegos, los pequeños han desentrañado los misterios de los colores. Han mezclado tonos primarios para crear secundarios y han observado cómo la luz blanca se descompone en un arcoíris de colores.

Los artistas han plasmado sus visiones utilizando pinceles, ceras y pinturas de neón. La culminación de este proyecto fue una fiesta inolvidable. Los niños se vistieron con atuendos brillantes que ellos mismos habían creado, se maquillaron y se colgaron al cuello los prismáticos que habían decorado.

Las luces parpadeantes y los colores vibrantes crearon un ambiente mágico. Los pequeños bailaron, cantaron y disfrutaron junto con sus amigos.

“Este proyecto no solo ha iluminado nuestras aulas, sino también nuestros corazones. Los niños han aprendido que la luz y el color están en todas partes, incluso dentro de ellos mismos”.

¡Bravo a estos pequeños exploradores por pintar su mundo con risas, creatividad y la magia de la luz y el color!