Han sido muchos los encuentros, las visitas, los detalles, los abrazos, que el alumnado de San Rafael (acompañado por sus tutoras y tutores) ha vivido durante estas semanas de enero; en el jardín junto al busto de Don Bosco; en la Capilla del Cristo del Amor o en la del Pabellón; en otros espacios del cole; pero siempre junto a nuestro querido Don Bosco, para que él nos lleve hasta Jesús.
Compartimos algunos textos que nos han acompañado en los momentos de silencio e interioridad, de oración y celebración de estos días.
Tras la ambientación, el/la tutor/a explica que vamos a descubrir 5 lugares muy queridos para Don Bosco donde él vivió (y vive), hay flechas-señales que nos indicarán el camino; y veremos que en esos lugares afrontó la gran aventura de buscar a Dios, de encontrarse con Él y de experimentar su inmenso Amor. Las flechas-señales con esos 5 lugares significativos de la vida Don Bosco quieren conducirnos hasta 5 espacios-ámbitos donde Don Bosco se encontró con Dios: la familia, el estudio, la alegría, los niños y jóvenes, Jesús (y, por eso, es ahí precisamente donde Dios nos espera).
Becchi, las raíces de Juan Bosco, donde creció… su madre, abuela y hermanos, “la mía casa” -decía él-
Don Bosco, en tu tierra, en tu casa y en el amor a tu familia nos señalaste un camino de encuentro con Dios. Te pedimos hoy por nuestros padres, hermanos, abuelos, por toda nuestra familia, y te damos las gracias porque en cada uno de ellos descubrimos tu inmenso amor.
Castelnuovo, los esfuerzos de aquel joven Juan Bosco que acude a la escuela con gran esfuerzo, que vive el estudio con pasión y con gran trabajo…
Gracias por tu ejemplo y esfuerzo en el estudio, querido Don Bosco. En nuestros intentos y luchas, en las tareas de cada día junto a nuestros profes y amigos, queremos encontrar a Dios que es Luz para nuestro camino. ¡Gracias por cuidarnos y acompañarnos, Don Bosco!
Chieri, etapa fructífera de estudios, amistades sólidas, la alegría como señal que nos distingue (la “Sociedad de la Alegría”).
Que nuestras vidas siempre estén en fiesta, querido Dios: en la alegría descubrimos tus huellas, nos quieres felices y contagiando sonrisas a los demás. Haznos buenos, Señor, ayúdanos para vivir en nuestro cole y en nuestras casas “siempre alegres”, como Don Bosco nos quería.
Valdocco, la casa Pinardi, el primer Oratorio salesiano y Don Bosco que abre su casa y sus brazos a los jóvenes para siempre…
Nos sentimos hoy unidos a tantos niños y jóvenes que a lo largo de la historia han vivido esta preciosa experiencia de ser Familia de Don Bosco. En nuestros patios y aulas, en cada rincón de nuestra escuela, sentimos la presencia de Don Bosco que, con su sonrisa acogedora, sus palabras al oído y su abrazo cálido, nos dice una vez más: “Os quiero, ¡iremos a medias!”
Elche (sí, ¡también Elche!), nuestra tierra ilicitana, nuestros coles, nuestras calles y plazas, nuestras casas y familias, han abierto sus puertas de par en par a Don Bosco: es aquí, en nuestra realidad de cada día, donde Don Bosco nos habla alto y claro: “Es Jesús, el Señor, la razón de todo; Él es la raíz que sostiene nuestras vidas. Él es el “lugar” donde encontrarnos con Dios. Fijad vuestros ojos en Jesús, aprended de su vida, sus palabras y sus grandes obras, porque es Él quien os dará la felicidad”.
Ayúdanos, querido Don Bosco, a abrir nuestras puertas a Jesús, el Señor. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Tu amor a Dios y tu compromiso con Jesús, que vive en el corazón de tus niños y jóvenes, son ejemplo para nosotros que nos anima a vivir cada día con la alegría del Evangelio.