Cuaresma, desde el silencio y la palabra

5 marzo 2021

Cuaresma, desde el silencio y la palabra Por: Equipo de Animación Pastoral de San Rafael   La Cuaresma nos va encarando con la Palabra de Dios, que nos propone “darle la vuelta” a nuestra vida, ¡como un calcetín!, ponerla “patas arriba” para revisar nuestro andar y agradecer cuánto bueno ha hecho Jesús, el Señor, por nosotras […]

Cuaresma, desde el silencio y la palabra

Por: Equipo de Animación Pastoral de San Rafael

 

La Cuaresma nos va encarando con la Palabra de Dios, que nos propone “darle la vuelta” a nuestra vida, ¡como un calcetín!, ponerla “patas arriba” para revisar nuestro andar y agradecer cuánto bueno ha hecho Jesús, el Señor, por nosotras y nosotros. Cada semana en cada aula de nuestro cole, y acompañado por sus maestras y maestros, nuestro alumnado vive la Cuaresma: y este año, muy especialmente, cuidando el “Rincón de Oración” en el que proponemos experiencias de Silencio y de Escucha de la Palabra; el Evangelio del domingo resuena en las paredes de nuestras clases y en el alma de nuestra Casa, que son sus niñas y niños. Momentos íntimos en los que acogemos, revisamos, pedimos, agradecemos, nos emocionamos (especialmente cuando traemos la Vida a nuestro Rincón de Oración, y oramos por las personas a las que queremos, por la que añoramos, por quienes ya no están pero jamás nos dejarán…). En algunas clases compartimos fotos o recuerdos que nos evocan, que nos ayudan a conectar… ¡Gracias, maestras y maestros, por vuestro acompañamiento y testimonio! 

Cada educadora y educador salesiano comparte la tarea de la animación pastoral de nuestra Casa. Cada maestra, cada maestro, vive su compromiso como “agente de pastoral” en medio de su grupo-clase. No se trata de encargárselo a “supuestos especialistas” para que asuman esa misión, sino que estamos llamados a ser “Escuela EN Pastoral”. Llamados a ser ese “pastor que da la vida por su pueblo”, al estilo del Evangelio de Jesús: ese es nuestro ideal, y nuestro “compromiso pastoral nos remite a lo esencial” (¿cómo estamos dando la vida por nuestra gente, por nuestro alumnado?). Ya, ya sabemos que suena a radical, pero es lo que hay, a ello queremos aspirar.

Y cuando ofrecemos a otros la propuesta de nuestra Escuela, cuando la presentamos como oferta de compromiso y calidad para nuestra ciudad, en nuestro “DNI” aparece nuestra identidad “pastoral”. En ese acompañamiento en el espíritu y valores que brotan de nuestra identidad cristiana, vivida al estilo de Don Bosco, nos jugamos mucho de lo que somos y queremos ser, ¡nos lo jugamos todo!

Estamos agradecidos por las oportunidades que este curso nos va ofreciendo para crecer en esta conciencia de la misión pastoral compartida: vivimos aquel gesto del “árbol del agradecimiento” durante el Adviento, o el encuentro-oración de cada grupo-clase con su tutor/a junto al busto de Don Bosco en el jardín, durante el mes de enero. La preparación a la Pascua nos va trayendo intensidad también, y seguro que encontrará continuidad en cada familia, en cada casa, y también en los grupos de Catequesis, del IEF, en los grupos Comfya, en Gentjove…: ¡entre todas y todos, cuidando y acompañando la fe de las niñas y niños con corazón salesiano!