Creciendo en corresponsabilidad: delegados y delegadas de Pastoral

Por: Equipo Animación Pastoral San Rafael

Las niñas y niños de la etapa de Primaria (desde 2º hasta 6º) han vivido la experiencia de reflexionar sobre su disponibilidad para colaborar en la Pastoral Escolar de nuestro Centro. Un proceso precioso (así nos lo han confesado sus tutoras y tutores) que nos ha permitido dar un pasito significativo para avanzar en corresponsabilidad. Un buen grupo de alumnos y alumnas ha respondido “SÍ”, y en cada grupo-clase se han vivido unas elecciones en las que los compañeros han elegido a sus representantes: delegadas y delegados de Pastoral que colaborarán junto al Equipo de Animación Pastoral del Centro y a la Comunidad Salesiana en esta hermosa tarea.

En la Celebración del Envío (que vivimos en la tarde del martes 2 de noviembre), acto presidido por Manolo y Francesc (nuestros salesianos), y con la presencia de Javi, el coordinador de Pastoral Escolar de San Rafael, que tomó acta de lo vivido, agradecimos la entrega y el compromiso de Paula, Manuela, Enzo, Jorge, Julia, Carla, Miguel, Paula, Olivia, María, Paola, Martina, Jorge, Inés, Germán, Daniela, Cora, Ana, Eva, Alba, Gonzalo, Ana, Abril, Raúl, Dani y Diego, que aceptaron el encargo de ser delegados y subdelegados de Pastoral entre sus compañeros de clase.

• “¿Qué es la Pastoral en nuestra Casa? Y entonces, ¿qué significa ser delegado de Pastoral en mi clase?” 

Era la pregunta a la que hemos querido responder en las sesiones de tutoría y que ahora quieren vivir con ilusión estas niñas y niños:

• Nada más y nada menos que ayudar a Jesús, el Único Pastor, a cuidar “de su rebaño”, de las niñas y niños que forman parte de la gran familia de San Rafael. Necesitamos chicos y chicas que quieran estar disponibles para servir y ayudar a sus compañeros de clase en esa misión de caminar juntos hacia Jesús.

En el acto, recibieron como recuerdo de su Envío el signo del Buen Pastor, que llevarán con alegría colgado al cuello, recordando su compromiso de servir y ayudar cada día, a ejemplo de Jesús.

¡Enhorabuena! Y gracias de corazón.