«Uno sólo es mi deseo, que seáis felices en el tiempo y en la eternidad». Esta es una de las grandes afirmaciones de Don Bosco. En Salesianos Elche intentamos cumplir el deseo de Don Bosco de principio a fin.

Don Bosco siempre quiso que sus chicos fueran felices mientras están en el patio jugando o haciendo deporte, pero también que se prepararan para la felicidad eterna, la que sólo llega después de nuestro paso por esta vida. Esa felicidad es la más importante, la que más debiera empeñarnos y en la que estamos implicados muchos miembros de la familia salesiana.

Las celebraciones de los sacramentos de estos últimos fines de semana han tenido como objetivo, precisamente, construir en nuestros chicos la felicidad eterna. Han sido días muy intensos en nuestra casa. El día 11 de junio celebrábamos las confirmaciones, y los días 12 y 13, 19 y 20 hemos celebrado las primeras comuniones.

Todos ellos han sido momentos muy emotivos. El día 11 nos visitaba José Antonio Valero, Vicario del Obispo de Orihuela-Alicante, para confirmar a nuestros chicos de 1º y 2º de Bachillerato. José Antonio nos decía que hay que apostar por la Vida con mayúsculas, la que sólo puede venir de Dios. Fue una celebración enormemente emotiva donde las lágrimas afloraron en varias ocasiones.

Por otro lado, la celebración de las comuniones en cuatro turnos nos ha permitido vivir mucho más intensamente una celebración que suele perderse entre la hojarasca de la parafernalia. El hecho de ser menos nos ha ayudado a estar más pendiente de lo fundamental, que es Cristo que llega a la vida de estos niños, y no ha regalado la oportunidad de vivirlo con serenidad, con calma, con silencio y con la participación de todos.

Sabéis que, durante las celebraciones, hicimos la ofrenda solidaria. Sumando todas las cantidades hemos recaudado 2106 € que ya han sido entregados en Cáritas. Ciertamente que todos estamos muy agradecidos por la generosidad de nuestros jóvenes que son conscientes de la necesidad que pasan otros. Pero donde más agradecidos están es en Cáritas. Les hemos llevado un buen balón de oxígeno para que puedan hacer frente a tantas necesidades como tienen. Gracias, de verdad.

Enhorabuena, pues, a todos nuestros chicos que han celebrado sacramentos en estos días y enhorabuena a toda la familia salesiana que está feliz de ver cómo crece la fe de tantos jóvenes que, cada vez, están más cerca de Dios. Que el Señor os siga bendiciendo como lo ha hecho hasta ahora.