Nuestro centro educativo da comienzo al segundo año de implementación del proyecto ¿A qué jugamos?, una iniciativa que ha transformado los espacios de recreo en escenarios de aprendizaje activo, convivencia y desarrollo integral.
Tras un primer año cargado de experiencias positivas, este nuevo curso afianza la propuesta con nuevos objetivos. Entre ellos, destaca el trabajo específico de las funciones ejecutivas —como la planificación, la memoria de trabajo, la autorregulación o la toma de decisiones— a través de actividades lúdicas estructuradas y diseñadas desde un enfoque pedagógico utilizando los juegos de patio como herramienta.
Los juegos seleccionados permiten al alumnado enfrentarse a pequeños retos que exigen pensar antes de actuar, coordinar con otros, respetar turnos, anticipar consecuencias y resolver conflictos de forma autónoma. Todo ello favorece no solo su desarrollo cognitivo, sino también su crecimiento personal y emocional. Se promueve un entorno en el que cada niño y niña puede aprender a gestionar la frustración, practicar la empatía y disfrutar de la colaboración con sus compañeros y compañeras.
Además, el proyecto se alinea con los contenidos curriculares de cada etapa educativa, integrando aprendizajes de matemáticas, lengua, educación física o ciencias a través de dinámicas de juego. Esto permite reforzar conceptos de manera significativa y contextualizada, contribuyendo al desarrollo de competencias clave de una forma atractiva y motivadora.
El patio se convierte, así, en un laboratorio de experiencias reales, donde se aprende haciendo y compartiendo. La interacción entre niveles educativos, la inclusión de alumnado con necesidades específicas y la implicación de todo el claustro garantizan que esta propuesta siga creciendo y evolucionando.
Este segundo año promete consolidar el juego como herramienta imprescindible para enseñar y aprender, construyendo un patio en el que todas y todos encuentran su lugar, crecen juntos y descubren que jugar también es una forma de vivir la escuela.